Psicología del Deporte: la ciencia que más puede ayudar a deportistas y entrenadores a conseguir sus objetivos

La otra cara de los Juegos Olímpicos de Tokio

La sexualización del deporte femenino, la homofobia o la salud mental, son la otra cara del deporte que gracias al altavoz de los Juegos Olímpicos pasan a estar hoy en día en primer plano. La retirada de la final por equipos de Simone Biles por un problema de salud mental ha puesto el foco en un problema más común de lo que podríamos imaginar. La vida de los grandes deportistas depende mucho de su profesión, con calendarios cargados de entrenamientos y competiciones muy exigentes y viven muy presionados para obtener resultados...y no son dioses, sino son de carne y hueso, y acaban lesionándose a nivel físico pero también a nivel psicológico. +

Cada vez tenemos más noticias de deportistas que sufren estados patológicos de ansiedad o depresión; deportistas que se retiran prematuramente por sus problemas mentales; deportistas que desarrollan patologías alimentarias, se refugian en el alcohol y otras drogas; deportistas que se suicidan (o lo piensan); deportistas que no se adaptan a la vida fuera del deporte cuando se retiran. Grandes deportistas, desde Phelps a Osaka, han hablado públicamente de su depresión y ansiedad y reclaman más ayuda psicológica.. El deporte de alto rendimiento es una actividad de alto riesgo para la salud mental. 

La prioridad debería ser la prevención

Para afrontar este problema la prioridad debería ser la prevención (lo explico aquí), es decir, en aplicar bien los conocimientos científicos que aporta la psicología en el ámbito del deporte. La psicología del deporte no sólo debe ser aplicado por los psicólogos del deporte, sino también por los entrenadores y todas las personas que tienen una responsabilidad sobre los deportistas. 

Por tanto, para trabajar esta prevención son importantes dos intervenciones:

• Incorporando la psicología en el deporte a través de los entrenadores y otros técnicos que tiene responsabilidad sobre los deportistas.
• Incorporar a los psicólogos deportivos en los clubes y las federaciones. 

1. Incorporar la psicología en el deporte

Los entrenadores y otros técnicos que tiene responsabilidad sobre los deportistas tienen que incorporar la psicología como parte de su método de trabajo habitual. Para ello, estas personas deben aprender a aplicar correctamente estrategias psicológicas sencillas pero eficaces como el establecimiento de objetivos, modelado, control de expectativas, reforzamiento... Sinceramente creo que la Psicología del Deporte es una de las ciencias aplicadas que más puede ayudar a entrenadores a dar lo mejor de ellos y al mismo tiempo a sacar lo mejor de sus deportistas.  

2. Incorporar a los psicólogos en el deporte 

Pero para aplicar con rigor la psicología en el deporte, es necesario incorporar de manera permanente o periódica la figura de un Psicólogo Experto en Psicología del Deporte. El psicólogo del deporte podrá trabajar por un lado con los deportistas ayudándoles a optimizar el rendimiento deportivo y velando por su salud en general y su salud mental en particular; pero también podrá trabajar con los entrenadores, ofreciéndoles asesoramiento, ayudándoles en cuestiones concretar, entrenándoles para que dominen técnicas psicológicas que les permita influir en el funcionamiento de los deportistas o entrenándoles también para que dominen habilidades psicológicas de autorregulación. 

Ningún deportista de alto rendimiento descuida hoy en día el trabajo de prevención de lesiones. Para ello entrenan de manera específica la movilidad, la fuerza, la técnica...con preparadores físicos, fisioterapeutas, entrenadores...debemos de incorporar también al deporte un trabajo preventivo de la salud mental, fortaleciendo las habilidades psicológicas de los deportistas. 

La aceptación de los psicólogos del deporte

Actualmente muchos deportistas y entrenadores cuentan con la ayuda de psicólogos del deporte y aplican estrategias psicológicas para optimizar su rendimiento y prevenir la salud mental. Aunque también es cierto que todavía son muchos los que no lo hacen, en algunos casos por falta de medios; en otros, porque no confían en los psicólogos o ignoran lo que nosotros podemos ofrecer. Tenemos mucho camino por recorrer.